El camino

“Las cosas podían haber sucedido de cualquier otra manera y, sin embargo, sucedieron así. Daniel, el Mochuelo, desde el fondo de sus once años, lamentaba el curso de los acontecimientos, aunque lo acatar como una realidad inevitable y fatal. Después de todo, que su padre aspirara a hacer de él algo más que un quesero era un hecho que honraba a su padre. Pero por lo que a él afectaba…

Su padre entendía que esto era progresar; Daniel, el Mochuelo, no lo sabía exactamente” (Delibes, 1950)

Así comienza  "El Caminos" de Miguel Delibes, obra que me esta acompañando en mis viajes Zamora-Valladolid par asistir a clase. Mientras pensaba como hacer la presentación de mi primera entrada, me puse a leer y este primer párrafo llamo mi atención. Por cierto, mi nombre es Diego.

 Mi vida educativa se puede decir que empezó así, padres que ponían todo para que estudiase, me formase,  que madurara y tuviese un futuro cómodo. Esta intención no puede ser mas buena y transmitir mas cariño, pero frente a ella me encontraba yo, 15 años, y una serie de decisiones y situaciones de las que no era consciente.

Después de muchas discusiones, palos de ciego, un curso de 2º Bachillerato repetido y una selectividad pasada con pinzas, por primera vez decidí que estudiar, Educación Social, el motivo, todavía no lo sé. 

Valladolid y la carrera recibieron a un chico de 18 años de Zamora, como si fuese un cachorrito recién sacado de la perrera, y en 3 meses tenían a un chico con cresta mohicana y camiseta de Boikot. Hasta que no salí de la carrera y tuve mis primeras experiencias laborales no me di cuenta de que el chico que entro y salió a los años de la facultad era el mismo.

Con esta presentación sorpresivamente intima (no me esperaba que fuese tan introspectiva) analizó mi paso por el sistema educativo y como ha influido en mi, y mas allá de un titulo superior o no superior, es una  de las mayores experiencias que he podido vivir. Siendo el motivo principal de estar cursando este máster.