La colina de las amapolas

Este post os voy a invitar a mi burbuja de comodidad, a mi habitación personal de gustos, hablando de una de mis debilidades, las películas del estudio japonés de animación "Studio Ghibli". Os invito a ver prácticamente cualquiera de ellas, por lo bonito, lo simple, lo fantasioso, y como con todo esto transmite unos mensajes tan puros en cada una de sus películas,  pero tengo que contenerme y centrarme e una obra, que tal vez sea de las mas desconocidas o que no brillan tanto como sus buques insignia, "La colina de las amapolas" dirigida por por Goro Miyazaki y guionizada por su padre Hayao Miyazaki y Keiko Miya.

He elegido esta película ya que en una trama, que se plantea como secundaria, pero que a mi juicio sostiene todo el peso de la película , nos transada a un instituto del Japón de los 60 y como un edificio llamado "Quartier Latin", en la traducción Barrio Latino, viejo y desatendido es el lugar donde los/las estudiantes tienen todos sus clubs culturales, talleres extraescolares, y donde se reúnen con aquellos que comparten gustos, aficiones y hobbies.

 A nivel visual, nos plantea un edificio, dentro del tono real del film con un toque de fantasía, lleno de recovecos y espacios donde  se recogen infinidad de apartados dedicados a multitud de materias. Este edificio, es un conglomerado de diversidad donde los/las alumnos/as tienen su control y gestión absoluta. Nos podemos encontrar desde un club de filosofía, donde los estudiantes hablan y debaten sobre las obras de Nietszche, un club de papelería donde se encargan de redactar y producir el periódico de la escuela hasta un club de arqueología. Un edificio entero, en el que se representa una sociedad diversa, conviviendo, y con una autogestión propia y autónoma que relacionándolo con las categorías expuestas por Octavi Fullat,  se nutre de la pedagogía de carácter libertario y anarquista con la pedagogía de la corriente nueva.



En la película, el consejo escolar, desatendiendo las peticiones de los/las alumnos deciden derribar este edificio, sin tener en cuenta lo que representa para todos/as los/as alumnos. Los/as propios/as alumnos/as se tienen que encargar de defenderlo, buscar argumentos para justificar a la dirección de la importancia de este edificio y lo que representaría esta perdida.

Esta película no aborda de manera directa un enfoque dirigido exclusivamente a la docencia y a la enseñanza, pero nos muestra un escenario donde los/las estudiantes participan  de su proceso de enseñanza/educación de manera transversal a la educación formal de una manera autónoma y autogestionada. 

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