Mi clase VS Mi habitación

 



Siempre fui un niño al que no le apetecía nada de nada ir al colegio, ni al instituto (la universidad no la incluyo, pero también es verdad que había días que no me aprecia mucho) y recuerdo el haberme planteado la pregunta de “bua anda que no estaría bien estudiar en casa, que venga un profesor, no tener que madrugar, menos tareas, no ir a clase”. Algo hecho exclusivamente para mí, y también poder estudiar un poco lo que quisiera. Un sueño se podría decir, comparable a que a finales de verano se cancelasen todos esos horrendos anuncios del corte ingles de la vuelta al cole. 



Ahora mismo tengo 28 años, un grado, varias experiencias laborales, un trabajo que me gusta, miro atrás y pienso, ojo, como me ha influido el colegio al que fui, el instituto (que tan poco me gusto) y la Universidad de Valladolid. El ir a lo diversos centros educativos a los que he ido, me ha aportado una serie de experiencias enseñanzas, sin las cuales hoy no seria como soy, y mira que no soy de adularme, pero estoy en ese momento de la vida en que me siento a gusto conmigo mismo. 

Me gusta acordarme de los/las dos profesores/as de historia que tuve y que me hicieron ver que había una materia que me gustaba y que podía disfrutarla estudiando. También me gusta juntarme con mi grupo de amigos, y aunque fuésemos a cursos y años diferentes recordar aquellos años en los todo era mucho mejor que ahora. Todo esto, son mis motivos personales por los que soy un ferviente defensor de la necesidad de una institución a la que ir para llevar a cabo la aplicación del sistema educativo. Eso sí, este criterio de lo que a mi me gusta y me va bien no debe generalizarse a todo el mundo, ya que hay circunstancias en las que la aplicación de la educación en casa muchas veces no es una opción.

No creo que haya un argumento único para que la escuela sea mejor que la educación en casas, pero si puedo aportar mi opinión en base a mi experiencia, entendiendo el resto de las opiniones y decisiones.

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